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El gobierno colombiano reanuda ayer sus contactos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), en un intento más por lograr una solución política a la acción insurgente de esta guerrilla tras la controvertida desmilitarización del sur de Bolívar.
"Comprobamos que la Fuerza Pública ya no esta allí, por lo que concluimos que están dadas las condiciones para que el gobierno y el ELN se reúnan y determinen descongelar los diálogos", dijo el ex procurador Jaime Bernal, miembro de una comisión facilitadora de paz con este grupo insurgente, acerca de la retirada de la zona de las fuerzas de seguridad.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) había suspendido a principios de mes sus encuentros con representantes del gobierno, arguyendo que éste había dilatado la desmilitarización del sur de Bolívar para llevar a cabo allí una convención nacional, previa a los diálogos que conduzcan a la paz.
Sin embargo, hoy la zona esta desmilitarizada y el gobierno está a punto de decretar una llamada "zona encuentro", para que se instale allí la cúpula del ELN y negocie la paz con los voceros del presidente Andrés Pastrana.
En la región también se encuentra una Misión Técnica de seis expertos internacionales en negociaciones de paz, encabezada por el general español Luis Alejandré, que se "encargará de hacer que el reglamento (del despeje) no se convierta en letra muerta", según dijo el comisionado para la paz Camilo Gómez.
En la misión internacional también hay representantes de Alemania, Suecia, Japón, Canadá y Portugal.
El comisionado adjunto de paz, Jorge Mario Eastman, manifestó, según el diario El Espectador, que las partes definirán en esta reunión, algunos puntos pendientes para que este proceso se afinque, tenga residencia en la tierra y no siga siendo una discusión estéril".
Aseguró el funcionario que los líderes campesinos "han venido calmándose y atemperándose", luego de la enconada controversia con el gobierno por la desmilitarización del sur de Bolívar.
Más de un mil soldados fueron retirados del área el pasado miércoles, para facilitar el encuentro entre el gobierno, el ELN y los representantes de la sociedad civil.
A mediados del mes pasado, unos 20.000 lugareños bloquearon importantes carreteras en protesta por la eventual entrega al ELN de una franja territorial de más de 4.000 kilómetros cuadrados.
Los campesinos temen represalias de los elementos subversivos pero el gobierno les garantizó que no sucedería.
Eastman dijo que durante 14 meses han sostenido frecuentes reuniones con los dirigentes campesinos para darles "información clara sobre los objetivos de la zona de encuentro".
El ELN es una organización con unos 4.300 hombres en armas que ha enarbolado la bandera de la nacionalización del petróleo y se ha opuesto a la venta de empresas comerciales del Estado. |
