La seguridad de los panameños y extranjeros no se puede garantizar en el Istmo.
La ola de violencia que inició con el crimen de Darío Guerrero el pasado miércoles 15 de marzo, no ha frenado.
Y la noche del pasado miércoles, asesinos volvieron a hacer de las suyas cuando de un impacto de bala le quitaron la vida a Antonio Leonel Almengor Santamaría, de 25 años.
El crimen se dio en la zona exclusiva de Punta Pacífica, explicó un investigador.
Leonel supuestamente era un comensal de un colombiano quien lo invitó a su morada para libar y así pasar un rato agradable la noche del crimen.
Se conoció que ambos eran socios en un negocio relacionado con la ganadería y que el chiricano tenía varios meses de estar en la ciudad capital.
Pero, según un testigo, al edificio llegó un vehículo con tres personas a bordo, y luego de un rato de estadía bajaron sólo dos de ellos e informaron que se había dado un tiroteo en el piso N° 15.
Cuando los agentes de seguridad del edificio "Torre 200", de Costa Pacífica, Paitilla, arribaron al piso en mención encontraron al chiricano Leonel muerto y próximo al tinaco de la basura. Al parecer, la víctima había bajado a botar un cartucho con desperdicios de comida, y se presume-según otra fuente investigadora- que la muerte pudo ser por equivocación y por presuntas deudas.
La bala que penetró el cuerpo de Leonel entró en el costado izquierdo, según personal de criminalística de la PTJ de Ancón.
Trascendió que el homicidio pudo ocurrir a las 11: 00 de la noche.
LOS DETENIDOS
Por el crimen están bajo investigación los colombianos Germán Ramírez Angarita, de 30 años, propietario del apartamento donde fue invitado la víctima; Luis Fernando Borjas y dos agentes de seguridad, uno de quien se investiga la nacionalidad y que se presume que es colombiano, y quien dejó que el vehículo en el cual llegaron los asesinos, se fuera.
La captura de Borjas se dio cuando se hallaba dentro del vehículo Nissan Platina con placa 289719, en los estacionamientos del piso 5to. y tenía en su poder B/. 6, 000.00.
Las autoridades investigan a través de INTERPOL si los colombianos tienen antecedentes.
LOS IMPACTOS
En la puerta del apartamento del colombiano Angarita se encontraron tres casquillos de bala pertenecientes a su arma con permiso y una pistola 9 mm.
Según Angarita, él escuchó la detonación y asustado y pensando que los asesinos ingresarían a su domicilio, sacó la pistola y efectuó tres tiros.
Una pistola calibre 9 mm fue encontrada en el 2do. piso, con 12 municiones.
Se presume que fue usada en el crimen.
FALTAN 2 SOSPECHOSOS
No está claro si el móvil del crimen es droga o una pelea entre comensales.
El rompe cabezas se podría arma más rápido si se capturan a los otros dos sospechos.