Ninguna mujer olvida el puñetazo que le da su marido, me dijo con voz apagada una dama que sufrió maltrato familiar. Yo le había dicho que no entendía cómo una mujer permitía que un hombre le pegara varias veces y no paraba ese abuso.
Acepto que suavemente le indiqué que tal vez la mujer se "había acostumbrado", o le gustaba que el marido la aporreara.
Aclaró que hay muchas circunstancias que permiten que el maltrato contra una mujer se prolongue por meses.
Recordé varias razones que en los últimos cuarenta años he escuchado de labios de mujeres abusadas por sus parejas.
Porque no es de ahora eso que hay "hombres" que le pegan a sus mujeres y ellas se aguantan el abuso.
La excusa más "lógica" es que dependen económicamente del abusador.
"Si detienen a mi marido, ¿quién me dará para la comida mañana?", me preguntaba una mujer humilde.
Ella había sido golpeada bárbaramente. Pero cuando la Policía fue alertada por los vecinos y lo arrestó... ella removió "cielo y tierra" para buscar... "la fianza y sacarlo de la cárcel!
Bueno, con los años la mujer fue estudiando. Aceptó que era "igual" que el hombre (y hasta a veces superior), y logró su independencia económica.
Entonces, ¿por qué todavía algunas damas aceptan los golpes?
La segunda excusa "lógica" son los hijos.
No comprenden el daño que le hacen a sus hijos. El niño que ve al padre "apambichar" a su madre... cuando grande le pegará a ella y a su mujer. La violencia doméstica no se hereda, ¡pero sí se copia!
El hombre que golpea a la mujer es un enfermo mental. Nada de venir con cuentos de que está "lleno de estrés", deprimido, que necesita desahogo por los problemas del trabajo, etc.
No existe ninguna excusa para que un hombre le pegue a su mujer (tampoco que la mujer le pegue al hombre, como ocurre más de lo que Ud. cree).
Otro de los mitos de la violencia familiar es que solamente ocurre en hogares de gente, de bajo nivel educativo.
Conozco casos de "intelectuales" que de vez en cuando le dan su trompón a la esposa...
Hay que decir que muchas veces se da una relación de tipo sube-baja (como el juego con un yoyo).
Grita la mujer ante los golpes del marido. Hasta lo denuncia a las autoridades. Pero no le extrañe que luego la vea en televisión diciendo que eso es falso, "que todo está bien", que "adora a su esposo", etc.
Si no dice eso, el trompón será más duro, sin lugar a dudas...)
Cada día aumenta en Panamá el número de mujeres que son asesinadas por sus parejas. Primero les pegaron y como nadie los detuvo... ¡las mataron!