Los brasileños recordaron con una proliferación de seminarios y publicaciones los 40 años del levantamiento militar del 31 de marzo de 1964 que instauró una dictadura de 21 años en el país, un capítulo de su historia que consideran cerrado.
Las conmemoraciones tuvieron un carácter reflexivo, sin acrimonia, aunque con diferentes evaluaciones del pasado.
El Ejército se proclamó "libre de resentimientos".