EDITORIAL
Se despeja el panorama político
Un amplio sector esperaba que Martín Torrijos se convirtiera en el candidato oficial del Partido Revolucionario Democrático (PRD), tal como fue ratificado ayer. El panorama se despeja a lo interno de la oposición, mientras que Guillermo Endara, por Solidaridad, y Ricardo Martinelli, por Cambio Democrático, se mantienen a la espera del candidato del oficialismo. ¿Quién será?
Nunca antes en la historia del país se respiró un ambiente político tan prematuro cuando aún faltan 14 meses para la gran contienda. Nadie esperó ver en pleno mes de marzo -un año antes- banderas y afiches de precandidatos, pero lo cierto es que ya forman parte de la vida del ciudadano común para estos días en que se hablaba únicamente de escuela y Semana Santa.
Para los juega vivo, tal vez sea beneficioso, pues reciben regalitos durante la visita de los precandidatos. Unos llevan arroz, algunos juguetes y otros plata, elementos que resuelven el momento del electorado, pero la pregunta es ¿qué tanto beneficia al país? El adelanto de la fiebre electoral por supuesto que va destiñendo al político, una figura en la que muchos panameños no guardan ni una pizca de esperanza.
Casi están definidas las casillas de los competidores. Martín Torrijos, Guillermo Endara y Ricardo Martinelli son hasta ahora los candidatos oficiales para los comicios presidenciales de mayo de 2004. Falta mucho por recorrer, sobre todo porque se desconoce si Víctor Juliao, José Miguel Alemán o Marco Ameglio se convertirán en candidato del oficialismo.
Una vez definido, los contrincantes políticos tendrán que concretar estrategias y campañas dirigidas a captar a los indecisos que suman a gran cantidad de panameños, siempre respetando los valores éticos. Ganar sin atacar, debe ser el norte a emplear por los aspirantes a ocupar el solio presidencial de la República. Los tiempos indecentes pasaron al olvido. Los aires democráticos se han llevado los tiempos negros de la historia hacia sitios que jamás podrán salir.
Los panameños debemos gozar con entusiasmo la fiesta electoral, convirtiéndola en un evento cívico de unión, donde el roce personal no exista. Digámosle sí a la democracia panameña.
PUNTO CRITICO |
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