El Parque Natural Metropolitano es todavía una joya de la madre naturaleza, adornado con su colorido encanto de plantas y fauna tropical, cuya fascinación no podemos percibir a veces los panameños, por esa distorsionada costumbre de estar siempre admirando lo de afuera y dándole la espalda a lo nuestro.
Y como si fuera poco, la destrucción que enfrenta esa importante reserva forestal a consecuencia de la presión que ejercen la ciudad y la mano dañina del hombre, ahora los directivos del patronato que lo regenta han anunciado que atraviesan por problemas económicos para solventar el mantenimiento y conservación del mismo.
Esto deja serias dudas en torno al futuro de esta extensión de bosques primarios que constituye un verdadero pulmón que oxigena a la ciudad de Panamá. Ya hay proyectos de desarrollo que han afectado seriamente la constitución territorial del parque en sus modalidades forestal, de fauna y ambientales.
¿Cómo podrían sobrevivir elementos como los árboles y los animales, si las aguas que se internan en la reserva están siendo contaminadas por los desechos de la actividad humana? Estas y otras preguntas deberían ser tomadas en cuenta para determinar hacia dónde va el Parque Natural Metropolitano. |