Numerosos letreros están a la entrada de carreteras que conducen a pequeños poblados, señalando las obras que ha hecho este gobierno. A veces, se pueden contar más de siete letreros en un sitio, lo que llama la atención a algunas personas.
Los positivos hacia este gobierno, indican que se está trabajando arduamente, para mejorar las condiciones de poblaciones pobres. Quienes se oponen al gobierno, dicen que se hace mucha bulla y publicidad con los letreros, pues son actividades que son obligaciones para cualquier gobierno.
Es mas, alguien dijo en mi presencia que si fuera por los letreros, el gobierno ganaría las próximas elecciones. Y otra persona más aprovechada, indicó a un familiar: "Viste, ese es el negocio que debiste hacer con este gobierno. Te hubieras llenado de plata". Oyendo diferentes pareceres sobre los letreros publicitarios de las obras del gobierno, mi mente se fue por el túnel del tiempo.
Me vi a la salida de la calle donde viví en Parque Lefevre, hace cuarenta y cinco años atrás. Una enorme caravana de autos de un político gobiernista pasaba por la vía España. El vecino Alfonso Young, quien apoyaba a ese candidato, muy reído me dijo:
"¿Viste la gran cantidad de carros? Ya ganamos las elecciones". Yo era un jovenzuelo que no tenía cédula ni podía votar, pero me interesaba en la política. No estaba con el gobierno de turno. Entonces le dije al vecino: "Los autos no votan".
El se rió y la conversación quedó allí. Ahora con los letreros me volvió a la mente la misma frase. "Los letreros no votan", aunque indiquen los trabajos que hace el gobierno en esas comunidades marginadas. Y es que no se puede decir que el panameño sea agradecido en lo que a política se refiere. Recuerdo el caso del ingeniero que llevó a cabo en gran medida la construcción de muchas viviendas en San Miguelito, hace muchos años atrás.
Este político dirigía el Instituto de Vivienda y Urbanismo (IVU), y luego se lanzó a un cargo público. La sorpresa que recibió fue amarga. Donde menos votaron por él fue en San Miguelito, su obra cumbre como funcionario público.
Sencillamente la gente no "le agradeció" su trabajo y le dio el voto a otras personas que no habían hecho nada por San Miguelito. Por eso, yo he dicho muchas veces que no hay que aplaudir a un funcionario público cuando cumple con su trabajo.
¡PARA ESO SE LE PAGA EL SUELDO!
Pero aquí más de uno, quiere que el periodista aplauda cada vez que el funcionario público hace algo bueno, para después" tener derecho a criticar lo malo" de esa persona.
Añada a esto que esos trabajos que hace un funcionario es con el dinero de todo el pueblo y no el suyo. Así que menos mérito tiene su obra. Veremos en las próximas elecciones si esas obras en pequeños poblados interioranos, producen votos al actual gobierno. |