Entre las recomendaciones que le dan las autoridades a los peatones para evitar el aumento de víctimas por atropellos está la utilización de los puentes elevados.
Pero ¿qué hacer cuando en los pasos elevados que fueron construidos para la garantizar la seguridad de las personas resultan ser más inseguros que cruzar por la calle?
Esto es lo que sucede en sitios como el Puente de Los Andes 1, y otros del área este de la capital, donde los delincuentes aprovechan lo solitario y oscuros de los mismos para acechar a las víctimas.
Por ello, muchas personas prefieren tirarse a las calles, decisión esta que no pocas veces ha costado la vida y causado lesiones a muchos.
Otra dificultad de estas estructuras, es que las mismas han sido tomada por los vendedores ambulantes, los que se aglomeran en el estrecho espacio y hacen difícil el transitar por el lugar.
A pesar de estos problemas no todos los accidentes que se dan son por estas causas, pues también cabe muchas responsabilidad en los peatones que prefieren arriesgar la vida, antes de caminar un poco más y cruzar el puente.
Un ejemplo es el de San Miguelito, donde ciertas personas prefieren sortear los autos, antes que utilizar la estructura.
SIN UTILIZAR
Muchos puentes elevados peatonales se han convertido en adornos costosos, porque los peatones no los quieren utilizar.