Hace dos mil años fue brutalmente torturado. Hoy, dos siglos después, los panameños seguimos haciéndole daño con nuestro comportamiento egoísta y canalla. Cuatro de cada diez panameños viven en la miseria, hay corrupción en todas las esferas, cientos de niños mueren al año, víctimas de abortos; y los sinvergüenzas han hecho de la política un basural.
En medio de tan oscuro panorama, en la revista ConTacto de hoy presentamos una semblanza de este hombre y Dios, que se entregó, por Amor, a sus verdugos. |