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Monseñor Durán.  |
Monseñor Laure-ano Crestar Durán recomendó a la clase política fijarse en el ejemplo del gobernador de Jeru-salén, Poncio Pilato, para equivocarse menos en sus decisiones y acciones diarias. Sostuvo que Pilato era un pésimo político, sabía que Jesús era inocente, sin embargo, para conservar su puesto lo condenó a muerte.
"No a los Pilatos", sentenció Durán al mismo tiempo que dijo que la política debe ser un apostolado. "La política, decía un Papa, luego de evangelizar, es el arte más sublime", señaló. Monseñor aseguró que un político es casi un sacerdote porque está obligado a buscar el bien común, tanto por nacimiento como por juramento.
Sin embargo, agregó que cuando uno de pequeño no aprende el sentido de las cosas valiosas, es difícil hacer las cosas bien cuando se es adulto. "Si se tiene un cargo importante, es normal que hallan tentaciones de la comodidad, de la fama, de los amigos y de los intereses creados, pero todas deben ser superadas", agregó. |