Temor es lo que vive la comunidad de Cerro Azul, en Pacora. Ese miedo es el reflejo de los últimos acontecimientos, donde una niña fue asesinada tras recibir un golpe contundente en la cabeza, el pasado domingo 18 de marzo.
Pero, la crueldad no terminó ahí, sino que un acto igual de violento y perverso quisieron fraguar la mañana del pasado lunes en la finca Los Tucanes.
La adolescente Yanitza Barragán, de 13 años, vivió la experiencia que dos delincuentes encapuchados trataron de hacerle daño.
La menor narró que los ladridos de "Sombra" su perro, la avisaron del ataque de los encapuchados, pero la mordida que su can dio a uno de los maleantes la salvó, pues le dio tiempo para meterse a la casa y buscar la escopeta, que su padre le está enseñando a disparar.
Yanitza realizó una detonación para espantar a los malandros, quienes se escondieron entre la maleza y huyeron montaña adentro.
El hecho que se produjo en horas de la mañana del pasado lunes, se repitió en la noche. Esta vez, los delincuentes tocaron la puerta de la casa de unos vecinos, pero algo los espantó y los obligó a desistir.
Producto de estos acontecimientos, la Policía ha desplegado un contingente de uniformados con el objetivo de detener a las personas involucradas.
Andrés Barragán, padre de la niña afectada, tiene sospecha de que se trate de un ex yerno, a quien su hija dejó, pero que ahora lanza amenazas contra la familia.