El alero Rasheed Wallace nunca se pudo imaginar que un tiro desde 20 metros con el pitido final, pudiese forzar la prórroga y permitir a los Pistons de Detroit conseguir la victoria por 113-109 ante los Nuggets de Denver.
Ni el propio entrenador de los Pistons, Flip Saunders, que quería ser optimista, pensaba que su equipo iba a conseguir la hazaña del triple con 1, 5 segundos para el final. No obstante, surgió la siempre polémica, pero efectiva figura de Wallace y lo hizo posible y empató el marcador a 98-98.
La prórroga fue toda a favor de los Pistons, que consiguieron el segundo triunfo consecutivo y le aventajan tres juegos a Cavaliers de Cleveland en la División Central.