El disidente cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre desde hace un mes, se mostró dispuesto a demostrar al mundo que es capaz de morir por sus ideas y por su patria para "desacreditar" al régimen castrista.
"Esta es una situación que no se da todos los días a un patriota de poder demostrar a todo el mundo que es capaz de morir por sus ideas y por el bien de su patria", indicó Fariñas.
El cubano comenzó su huelga de hambre dos días después de morir el disidente Orlando Zapata (fallecido el 23 de febrero) para pedir al presidente de Cuba, el general Raúl Castro, como "gesto humanitario", que excarcele a 26 disidentes muy enfermos.
Según el opositor, su huelga de hambre es "la manera de desacreditar al régimen" de Cuba, pues explicó: "La muerte de Zapata la pueden poner como una casualidad, pero mi muerte ya sería una generalidad del comportamiento del Gobierno".