En marzo se producen en Chile, muchos cambios. El clima se enfría, se guardan las ropas ligeras de verano y se adelanta en una hora, los relojes.
Sin embargo, este 11 de marzo, sucedió algo singular al asumir la Presidencia de la República por primera vez, una mujer. Doctora de profesión y socialista de vocación, Michele Bachelet, reemplaza al también socialista Ricardo Lagos. Pero a diferencia de él, formó parte del PS-Almeyda, una de las facciones más duras de la colectividad.
No obstante, Bachetet tendrá sólo cuatro años para sacar adelante sus proyectos. De aquí que un mes antes de ser gobierno, entregó a sus 20 ministros, carpetas con las tareas fundamentales y las 36 medidas a realizar en los primeros 100 días. Los ministros quedaron agrupados en ejes sectoriales de trabajo ( protección social, infraestructura y desarrollo territorial), que deberán actuar en forma coordinada.
Aunque el gobierno tiene mayoría tanto en la Cámara de Diputados, como en el Congreso, necesitará acuerdos con la oposición para aprobar iniciativas que contemplen leyes orgánicas constitucionales o reformas a la Constitución. Pero, la luna de miel que se vivó en el periodo de Lagos, no pareciera repetirse ahora.
El opositor Jovino Novoa, advirtió que Bachelet se encontrará con una fuerte oposición por parte de los parlamentarios de la Alianza. Ellos fueron fuertemente criticados por el apoyo brindado en la aprobación de algunas leyes propuestas por el presidente Lagos.
Ya el Presidente del Senado hasta el pasado 11 de marzo, Sergio Romero planteaba casi como una amenaza, que "era necesario aprender del pasado, en especial de la experiencia que se vivió en las décadas del 60 y del 70, cuando mayorías circunstanciales, pretendieron imponer sus criterios a todos los chilenos".
Mientras tanto, los nuevos militares, hacen un esfuerzo por ser nuevamente valorados por el ciudadano común, conscientes de que todavía existe mucho dolor, cicatrices y prejuicios por lado y lado, que evitan el perdón definitivo.