La natación es uno de los deportes más completos que existen y para que los niños desarrollen esta afición, es importante familiarizarles desde muy pequeños con el mundo del agua. Aunque en Panamá pudiera haber muchas o pocas escuelas de natación para facilitar la adaptación al medio acuático, las sesiones en la piscina no son la única fórmula. En casa, el momento del baño puede ser muy útil para que el bebé pierda miedo al agua y así aprenda a disfrutar de ella.
Antes de los tres o cuatro años, los niños son demasiado pequeños para desarrollar autonomía en el agua y adquirir los movimientos de la natación. Sin embargo, desde los primeros meses, generalmente a partir de los seis, se puede iniciar al bebé en el medio acuático.
Los expertos dicen que el objetivo de las sesiones con niños es generar en ellos el gusto por el mundo del agua. Con un método adecuado, los pequeños se familiarizan con el entorno acuático, le pierden miedo y así podrán aprender a nadar con más facilidad.
Para que este proceso de iniciación no resulte traumático y sí lo más fructífero posible es muy importante el método empleado: Se trata de hacer del agua un elemento lúdico y natural. Y no sólo es cuestión de clases en la piscina, se recomienda a los padres que aprovechen el momento del baño para habituar al pequeño. Por ejemplo, algunos padres prefieren utilizar una esponja para limpiar la cara de sus hijos o no introducen su cabeza nunca bajo el agua mientras le bañan. Todo esto contribuye a que el pequeño perciba este elemento como algo extraño y le coja miedo.
Hay padres que no entienden que el hecho de que sus hijos aprendan deben considerarlo como una importante herramienta de supervivencia, pues muchas personas, entre ellos niños, mueren ahogados al año.
Si aún no se ha atrevido, ¿qué espera para empezar a hacerlo?