Los reclusos de la cárcel NuEva, Crítica en Línea Esperanza dejaban ayer escuchar sus lamentos acompañados del ruido de los barrotes y las pancartas que pegaron en sus ventanas.
Los detenidos iniciaron una huelga de hambre para denunciar los problemas de la mora judicial, falta de atención médica, maltratos de custodios y mejora de los alimentos.
Cosidos los labios algunos en señal de protesta, y otros que quemaban colchones que despedían el humo por las ventanas, procedieron a manifestarse para que atiendan sus inquietudes.