El panameño le gusta la grasa a montón. Todo lo que salga de una paila repleta de aceite usado es llevado a la boca como una exquisitez, cuando se ha demostrado que hace mucho daño.
Así, los padres de familia van colocando sin pensar comida que no alimenta al chiquillo que van desde frituras, embutidos fritos y refritos como el jamón, galletas saladas, lo cual genera problemas de hipertensión.
Si usted es un buen papá, claro y si tiene plata, deje de colocar este alimento donde impere la grasa y la sal, lo cual es perjudicial para los niños de 2 a 6 años. En vez de esta "comida chatarra" enséñeles a consumir frutas naturales, pero prepárelas en casa para que ellos se las lleven. Lo ideal es no comprar jugos con colorantes. También puede agregar legumbres como merienda, pero antes debe educar a su hijo para que la consuma.
Expertos en nutrición recomiendan incluir un huevo hervido, hojuelas de maíz, ensaladas de vegetales, incluso arroz preparado con perejil o cilantro. Si incluye carnes rojas, deben ser adobadas con salsas a base de vegetales.
Es necesario aprender a comer saludable desde pequeño, ya que el desenlace de muchas enfermedades como el cáncer (de colón y de estómago) , la hipertensión y la obesidad, son consecuencia de una inadecuada alimentación.
Algunos expertos en la materia sustentan que la población panameña se alimenta mal, es decir comen de forma inadecuada, por costumbre y tradición, independientemente de la condición económica.
Esta primera semana usted debe empezar a revisar cómo alimenta a su hijo, porque el día de mañana notará las diferencias de haber seguido los buenos consejos.