La protesta contra el polémico contrato de primera contratación (CPE), impulsado personalmente por el primer ministro francés, Dominique de Villepin, se engrosó con nuevas universidades en huelga y con estudiantes de institutos.
Lejos de calmar los ánimos, la intervención televisiva de Villepin para defender con firmeza el CPE actuó como un acicate para la movilización estudiantil que ha saltado de los bancos de la universidad a los pupitres de los institutos, y en centenares de ellos se han producido manifestaciones espontáneas.