Las esperanzas de una nación nacen con la juventud y la prosperidad con la entrega de sus gobernantes. Con la entrada a clases de casi un millón de estudiantes las puertas del desarrollo se abren con el intelecto de cada joven que acude a absorber enseñanza.
Hoy inicia el año lectivo. No es una fecha mágica, pero pudiera llegar a serlo si algún día los que administran el sistema educativo no dejaran tantos vacíos y faltas que año tras año son cacareadas.
Son más de 780 mil los que acuden a sus aulas con esperanza, pero algunos -los que tengan la desdicha de acudir a una escuela en malas condiciones- regresarán desencantados porque no es lo que soñaban en los pasillos de su casa.
El sistema educativo enfrenta su primera prueba de fuego y se espera que éste funcione correctamente y no se interrumpa por las irregularidades ya conocidas: colegios no terminados, profesores aún sin nombrar.
El año 2005 es un periodo diferente, al menos en esta ocasión se ejecuta el proyecto denominada "Educación Inclusiva", un programa que incluye al sistema a niños con problemas de discapacidad.
Lo diferente aquí también lo es la crisis que se ha desatado sobre el sistema judicial, la solicitud de apertura del caso CEMIS y otros temas más. Ojalá los estudiantes se concentren 100% en recibir enseñanza y cesen sus luchas en las calles de la forma usual en que las desarrollan.
Y no es que se niegue el derecho a protestar, lo recomendable es hacerlo con altura exigiendo participación activa como ente social.
Panamá espera que el 2005 sea un año normal para el personal educando y que no pase a mayores cualquier piedra que nos encontremos en el camino.