Hasta el martes 16, en el Teatro Nacional, el Centro de la Divina Misericordia presenta "Jesús, Alfa y Omega", en el que, una vez más, la comunidad tiene la oportunidad de repasar la historia de la vida de Jesús, nuestro Redentor, y sopesar qué tanto la balanza se inclina a favor o en contra de cada uno; reencaminar los pasos de acuerdo con las enseñanzas de Dios y de Su Hijo que dio su vida por nosotros para limpiar nuestros pecados y darnos la oportunidad de gozar de la vida eterna.
"El Mal", protagonizado por el actor Carlos Serrano, dice que no le achaquen a él la culpa del caos que hay en el mundo, porque sólo el hombre y nada más que el hombre es el culpable de todos los males e irregularidades sociales: sean los vicios, guerras, odio, egoísmo, hambre, homosexualismo.
Lo que es más, en esta segunda venida de Cristo al mundo, según la obra (lo cual, por cierto, refleja la sociedad actual) Él halla querellas por doquier, una sociedad que trastabilla, en la que los valores están tan endebles, en los que el libre albedrío del hombre lo tiene en un callejón sin salida.
Nadie escapa a la crítica, ni la Iglesia como institución.