Los conflictos por la tenencia de tierra entre indígenas y campesinos llegaron al extremo el 5 de marzo, cuando una familia fue secuestrada como medida de presión al gobierno para que solucione el problema.
Un informe del Ministerio de Gobierno y Justicia reveló que Samuel Delgado, quien compró una finca en Majagual, en Chimán, al parecer extendió sus siembros más allá de sus límites, lo que provocó-luego de varios llamados de atención de los indígenas (por estar dentro del área comarcal)-el secuestro por 48 horas de la esposa, sus tres hijas y un peón.
Además, según Delgado, se dio la destrucción de ranchos y de siembros. Puso la denuncia ante el alcalde de Chimán, Gilberto Torres, pero hasta el momento no ha iniciado una investigación sobre ese caso.
En el despacho de prensa se informó que ese conflicto fue planteado ayer, viernes, en el Ministerio de Gobierno y Justicia, en donde el vice ministro, Jorge Ricardo Fábrega, y la gobernadora de Panamá, Mayín Correa, pidieron al alcalde Torres que ejerza su poder dentro de la comunidad y aplique la ley, para que no vuelva a ocurrir un delito como ese.
Fábrega solicitó a campesinos e indígenas, que mientras se soluciona el problema, eviten conflictos.
En una semana se hará otra reunión para comunicar la resolución respecto de la delimitación de la tierra.