No todo el que está en la cárcel es malo. Eso quedó demostrado cuando 26 presos del Centro de rehabilitación de Nueva Esperanza, en Colón, se unieron a un programa de limpieza en colegios y comunidades como una forma de mejorar sus actitudes.
Ese programa tiene el apoyo de la Zona Libre de Colón, a través de insumos de limpieza y alimentación para los reos que están a la espera del cumplimiento de sus condenas que van desde 6 meses a 9 meses.
Luis Mitchell, encargado del programa, manifestó que el trabajo de los detenidos consiste en hacer limpieza como el corte de hierba y posterior recolección de la basura.
La administración de Zolicol ha entregado jeans, camisetas, accesorios de limpieza para que los internos desarrollen los trabajos.