"¡Pensé que ese era el último día de mi vida!"
Esa fue la expresión de Edgardo, un joven de 24 años, al denunciar que fue víctima de un robo la tarde del domingo.
Según la víctima, eran como las 6:00 p.m. cuando abordó un taxi en Nuevo Tocumen, con destino hacia Betania. Luego, el vehículo fue abordado por otros supuesto pasajero que resultó ser compinche del conductor, y mientras uno manejaba, el otro le apuntó con un arma de fuego en la cabeza urgiéndole que le entregara todo lo que tenía.
Los pocos reales en el bolsillo del pasajero víctima fueron saqueados y con ellos, el celular.
Edgardo no puso resistencia y hasta llegó a negociar con los asaltantes a quienes les dijo que podían llevarse el aparato teléfonico, pero que por favor le dejaran el chip.
La historia es alarmante. "Ya no se puede uno fiar de nadie", concluyó la víctima.