La fiebre por el cobre ha llegado muy lejos.
A tempranas horas de la mañana de ayer, jueves, personal del Hospital Santo Tomás se percató que la tubería de una de las máquinas de resonancia magnética se encontraba cortada.
Avisaron a las autoridades quienes capturaron a Jorge Luis Bonilla, de 53 años.
Se pudo conocer que el supuesto malhechor, quien aparentemente es "piedrero", cargaba los tubos de cobre para venderlos por unos cuantos reales, sin imaginar que el daño que causaba costaba más de 3 millones.