La luz neón era innecesaria a esa hora del día. Eran las diez de la mañana y hacía un sol radiante en David, la última semana de diciembre del año pasado. Estaba en el famoso colegio secundario Félix Olivares. Lo recorría con curiosidad porque quería conocer el "Instituto Nacional" chiricano.
Recordaba que cuando era estudiante, muchos movimientos sociales tuvieron el respaldo de los alumnos de ese colegio interiorano.
Al ver la luz encendida a pleno día, recordé varios pasillos de la Universidad de Panamá.
Aunque sus autoridades hayan logrado economizar miles de balboas al mes en electricidad, todavía faltan mejores controles.
A cada momento camino por pasillos universitarios con las luces encendidas.... y son las doce medio día, con un sol brillante.
Parece que esas luminarias funcionan con un sistema automático de encendido. Pero como suele ocurrir en este paisito medio desarrollado, con el tiempo el aparato de control se enreda.
Entonces no es de extrañar que no haya luz en la noche... y estén encendidas las lámparas a pleno sol.
Este fenómeno no es único.
En una escuela del poblado llamado Chiriquí, pude ver luces encendidas a pesar de ser un día muy soleado.
Estoy seguro que estos ejemplos son pocos, porque el panameño no controla ni da mantenimiento a los aparatos.
En varias oficinas públicas no es extraño ver a las secretarias... ¡cubiertas de gruesos abrigos!
"Es que el aire acondicionado está muy frío", me han dicho como excusa. ¿Por qué no lo disminuyen o lo apagan?
También me ha tocado ver oficinas cerradas con la luz prendida y el aire acondicionado funcionando a todo dar. Allí se está botando dinero.
Aunque digan que casi la mitad de los panameños no tiene dinero y es pobre, muchos compatriotas no tienen el hábito del ahorro.
Tal vez les de vergüenza tener la casa con un solo cuarto iluminado en la noche.
Por eso es frecuente ver una casa más "encendida que un arbolito de navidad"... y toda la gente está en un solo cuarto.
Debo aclarar que no solamente hay que ahorrar en energía eléctrica.
Creo que mejoraría la vida de muchos panameños si no gastaran dinero en cosas innecesarias, como lujos y vicios.
Conozco gente que prefiere no pagar el agua, pero no deja de comprar "el billetito", o jugar a las máquinas traga-monedas.