Una reconocida estilista afirmó que cada cabello merece una atención diferente, debido a que no todos son iguales. Por lo general, los cabellos secos se ven opacos, con una carencia casi total de brillo aunque esté recién lavado. Es un tipo de cabello que se caracteriza, además, por su falta de humedad.
Un aspecto positivo de éste es que requiere menos periodicidad en el lavado, pues su aspecto limpio dura más tiempo que los otros.
Por lo anterior, se produce falta de elasticidad, lo que provoca que se rompa fácilmente, ya que es un tipo de cabello frágil y quebradizo. Y si piensa que el secador le ayudará, se equivoca, pues el calor le afecta, más si es cerca del cuero cabelludo.
No es recomendable aplicar tintes ni químicos, porque no ayudan.
Enfatizó la estilista, que el alto contenido de alcohol en productos capilares aumentan la sensación de resequedad. Lo primordial para el cabello seco es utilizar shampoo humectante, para que le devuelva la humedad que necesita y debe ser persistente en el tratamiento.
Por el contrario, los cabellos grasos son más brillantes a la vista, pero es un brillo producido por el exceso de grasa que genera el cuero cabelludo.
A pesar de que tiene brillo, existe un problema, la acumulación de grasa provoca que la persona lo lave a menudo, lo que no es conveniente porque se pueden saturar ciertas glándulas y producir más grasa.
Para solucionar el problema poco a poco, es conveniente elegir un shampoo bajo en grasa.