Con el tradicional entierro de la sardina y la firme convicción de seguir trabajando por Panamá, miles de panameños retornan hoy a la normalidad, después de cuatro días de fiesta, farra y jolgorio en los principales puntos del país.
En cada rincón del país donde el panameño salió a festejar, la magia y la alegría fueron las características principales durante los cuatro días que duró el jolgorio.
En Las Tablas, en la provincia de Los Santos, se disfrutaron al máximo todos los días del Carnaval. Las mojaderas, reinas y tunas fueron, una vez más, el deleite de los presentes.
El gran desfile de alegorías y disfraces brilló en el escenario acuático de Penonomé, en donde nacionales y extranjeros disfrutaron y bailaron.