Todavía presiento con los dedos cruzados que esta administración, no nos viene a robar, así como pretende acentuar la progresiva división de clases con lo de la reforma tributaria, pero mientras continúe encarcelando a las ratas de alcantarillas que han diezmado las arcas del estado, seguiré apostando por ella. Pero, este mandato además de mostrarnos el carácter deseable en un Presidente, ha puesto de manifiesto ciertas deformaciones al parecer incorregibles.
La primera es desconocer que un gobierno es un equipo y que un presidente es como el director de una orquesta, que por más virtuoso solista que sea, no debe pretender tocar todos los instrumentos.
Un Presidente berraco como el que creo tenemos, le corresponde saber que ministros y directores manejan bien los temas puntualmente ordenados por él y delegarles funciones específicas para reemplazarlos (sea del partido que sea) si no llevan el ritmo, antes que se caguen en lo que nos queda en este país de sordos hipnotizado por los ruidos eruptados del regué.
En segundo lugar, la visibilidad excesiva en la televisión por el trabajo gubernamental, no significa eficacia. Con estas chapucerías por cualquier denuncia, no les quedará tiempo ni para rascarse el "ñango" y lo peor es que no podrán profundizar en las causas de los problemas y se les hará imposible dar con soluciones ciertas, todo les quedará circunscrito en apagar pequeños fuegos con los coloridos espectáculos de dádivas y lágrimas, en vez de trabajar en un verdadero cambio.
En tercer lugar, es necesario que los nuevos residentes de San Felipe, en vez de escucharse tanto a si mismos, de reírse de tantos chistes malos y de esperar contando días, horas y minutos las quincenas, pongan las puntas de las orejas hacia los gobernados y alejarse por un par de años de figuras desprestigiadas que son afrenta nacional y si van a perder algo de gobernabilidad, que sea por no tranzar con los valores y el destino de la patria, como por ejemplo: Cerro Colorado y confundir el oropel de repartijas politiqueras con políticas de estado.