El corazón estalla en el Bernabéu. Explota el silencio, era el grito ahogado en el vacío de los sueños, era el liderato, era la victoria, era el sufrimiento, era tomarse la inmensa mar amarga en un vaso de agua dulce.. muy dulce.
La victoria de ayer del Real Madrid 3-2 sobre el Sevilla no fue otra cosa: explosión en un Madrid más que galáctico, un Madrid que hace soñar a su afición en Piccaso con Dalí, para los artistas; y rosas con poemas, para las niñas.
Tras el empate del Barcelona en Almería el sueño de retomar el liderato se sentía en el karma vivo de la ciudad. Retumbaba la ilusión, pero todo fue cuesta arriba, no era un río contracorriente, era el Himalaya llamado Sevilla.