Residentes de la comunidad chiricana de Divalá están preocupados, porque dos perros murieron en una finca ganadera, luego de estar echando baba por el hocico, se chocaban contra las paredes y querían morder a las personas.
Las autoridades de Salud encontraron a los perros muertos y procedieron a cortarles las cabezas y extraerles los cerebros para enviarlos a los laboratorios en la ciudad capital, para su análisis correspondiente y determinar si se trata de rabia o intoxicación por algún veneno.
Guillermo Chen, director Regional de Zoonosis, adelantó que todo apunta a que los animales habían comido el veneno que se colocó para las ratas en la finca.
En 1970 una niña murió tras ser mordida por un perro contagiado con el virus de la rabia. Este caso mortal se registró en la provincia de Chiriquí, que corresponde al último en Panamá de esta magnitud.