La mente y el corazón son los que sufren, el cuerpo es quien lo demuestra con sus achaques, enfermedades y dolencias.
En una ocasión se dijo que Dios estaba cansado que el hombre siempre le ha estado pidiéndole pero no poniendo en práctica sus principios, ni siendo piadoso como Él y solicitó el consejo a uno de sus ángeles quien le sugirió que para que no lo encontraran debía de esconderse en el corazón del hombre que allí el hombre nunca busca ni escucha, cerrado como una roca. ¿Que irónico verdad? que siempre ha estado allí, en todos los seres humanos, hombres y mujeres tratando de hablarnos y allí nunca lo buscamos ni lo escuchamos.
Es por ello que Emmanuel Kant decía que el hombre para vivir tenía primero que mirarse él mismo en su interior para después ir al exterior. Ellis, el psicólogo estadounidense, del método de auto ayuda "Emotivo Racional" sobre el manejo de las emociones, establece que para buscar la paz dentro de uno, debemos escuchar al corazón y a la mente, hacer un balance sobre la razón y la espiritualidad que existe en su corazón, para entonces encontrar la paz y la armonía entre la mente, el corazón y el cuerpo.
Este método fue utilizado por los Cesares Romanos y por los filósofos griegos. Sócrates sostenía que todo venía de adentro y que teníamos que dar, pero no limosnas a los limosneros sino amor, trabajo, consejos, oportunidad, perdón ayuda a los demás para que la obra de Dios se vea engrandecida y para que la deidad encontrada en nuestra mismidad nos produzca la felicidad y la vida gozosa que de conciencia queremos para nosotros y para los demás. Para quienes diezman deben tener claro que el verdadero significado del Alfolí es casualmente el prójimo que recibirá la ayuda que de corazón damos y por eso debemos seguir orando a Dios que nos de entendimiento y cognición para encontrarlo y saberlo escuchar y actuar cuando estamos en silencio y en su compañía porque los reinos, los títulos y la gloria están en la mente y el verdadero corazón piadoso.