El sábado la ciudad mexicana de Nuevo León se partirá en dos y no es para menos, se jugará el Clásico Regiomontano. Pero esa división tendrá también su repercusión a miles de kilómetros al sur, en un país que tiene forma de S acostada -dicen los geógrafos-, pero a su vez es entusiasta del fútbol. Sí, Panamá tiene dos de sus hijos envueltos en dos banderas: Felipe Baloy defiende la casaca de los Rayados y Blas Pérez la de los Tigres.
Para Blas Pérez la ciudad de Monterrey es una fiesta. "Hay mucho ambiente. La gente aquí vive el clásico de una manera impresionante, es como un carnaval; desde el lunes todos los diarios hablan de eso", destacó.
"Espero que todo acabe bien. Voy a jugar con muchas ganas, porque es un clásico muy importante", agregó.
Sobre enfrentarse a Felipe Baloy, manifestó: "me voy a enfrentar a alguien que considero como un hermano, y con más razón voy a dar lo mejor de mí".
"Conozco a Felipe desde hace 8 años. Lo considero como un hermano. Tenemos una linda amistad", subrayó.
"Será una bonita disputa, creo que enfrentar a un amigo es bueno, más de la calidad de él, donde va a poner a prueba tu nivel, pero Tigres tiene jugadores importantes y la defensa de Monterrey va a tener una bonita disputa", señaló Felipe Baloy al diario El Porvenir de Monterrey.
Sobre medirse a Blas Pérez, reveló: "nunca nos había tocado enfrentarnos en un partido oficial, y más en un partido tan importante como es el clásico; sabemos que los dos vamos a estar motivados, defendiendo los colores de nuestros equipos".