Quién se hubiera imaginado que el diablo se crió a un costado de la Iglesia del Milagroso Santo, Jesús Nazareno, en Portobelo.
Hablamos de Carlos Chavarría, el Diablo Mayor de esta pintoresca y tradicional comunidad. Lo interesante de este diablo es que además es el alcalde del distrito.
Chavarría tiene 35 años jugando, pero sólo 25 de ser Diablo Mayor. "Cuando fui electo alcalde, varias personas se preguntaban que si había decidido dejar de jugar. Independientemente de mi posición, yo soy, la misma persona y sigo pendiente de la tradición".
EL LLAMADO
"Nunca pensé ser el Diablo Mayor, yo jugaba por jugar, siguiendo la tradición de Portobelo".
Su antecesor fue nada menos que Celedonio Molinar, quien llevó el disfraz de Diablo Mayor por 50 años.
Al retirarse Molinar el sucesor sería Francisco Amoretí, pues según la tradición él tenía mayor antigüedad, pero mediante un duelo de diablos Chavarría asumió el papel.
Al son de la tonada "El diablo tum tum, y aprovechando la sordera de "Pancho" Carlos demostró mayor destreza en los cruces y pugidos que su rival, convirtiéndose en el monarca.
LEGADO
Chavarría tenía 20 años cuando se convirtió en el Diablo mayor, y con ello asumió múltiples responsabilidades.
El Diablo Mayor sólo puede bailar el Miércoles de Ceniza, manteniendo el disfraz completamente negro o rojo según lo haya escogido.
La máscara del diablo debe ser sencilla con cuernos, además el disfraz debe contar con alas.
SOBRENATURAL
"Yo juego por emoción", señala el alcalde Diablo, ante los mitos que hablan de pactos con el Maligno .
"El señor Celedonio cada vez que jugaba diablo me decía que me faltaba algo. Un día conversando me dijo que me iba a dar un secreto, una oración. Y cuando le pregunté para qué era, me dijo para que pudiera jugar con ánimo. Enseguida me di cuenta de que era algo sobrenatural y le dije que no".
Del señor Celedonio se cuenta que a las 5: 00 de la mañana cruzaba la bahía de Portobelo y al regresar, ya entrada la tarde, de un brinco se trepaba al techo de las casas, a pesar de tener casi 80 años.
PROTECCION DIVINA
Este juego implica situaciones inexplicable, por lo que el diablo debe protegerse de las fuerzas malignas. Para esto asumen posiciones y realizan rituales antes de empezar con la danza.
"La tradición dice que yo le estoy rezando al infernal, por lo que cuanto llego debo saludar los cuatro puntos cardinales, para evitar ser atacado por fuerza sobrenatural", dice el Diablo Mayor.
Otro detalle a tomar en cuenta para evitar ser poseído por el infernal, es nunca jugar en una posición recta. Por lo general se cruzan los pies en forma de cruz y en tal caso se colocan los brazos en forma transversal.
Pero, la protección más grande de este Diablo mayor es su devoción al Nazareno. Es más, forma parte de cómite organizador de las festividades y tiene una posición fija para cargar el santo, casa 21 de octubre.