Saludos amigos y amigas del béisbol, bienvenidos a otra jornada de la pelota criolla, hoy en medio de un buen partido en el estadio Rod Carew, cuando se midan Bocas del Toro y Panamá Metro y la posible salida de Michael Wheanan, un ex pelotero profesional de la tropa tortuguera.
Estuvimos el fin de semana en el interior, precisamente en el estadio Olmedo Solé de la ciudad de Las Tablas y muchos comentan la columna que hice en el caso Dimerson Núñez., Crítica en Línea
Hoy, unos días después, casi nadie le presta atención al asunto, Dimerson ha desaparecido, Occidente va camino a la eliminación y se fue con más pena y poca gloria, el asunto del pelotero.
Pero dónde estan los jugadores de béisbol.
Algunos jugadores se molestan con los periodistas porque le critican que hayan dejado a 10 corredores en base o que conecten su primer imparable, 8 días después de arrancado el torneo.
Pero, ninguno de los jugadores, ha tomado la bandera, para crear un grupo y explorar las posibilidades de hacer una asociación de peloteros panameños.
Hay conformismo en los peloteros. Nadie pelea por nada y les da igual recibir o dejar de percibir algunos beneficios.
Me parece que aún los peloteros no han valorado la posibilidad de agremiarse, agruparse y ser una entidad solida en la estructura de la pelota criolla.
Igual con los entrenadores de béisbol, los cuales han ido perdiendo camino y prominencia con la llegada abundante de istructores cubanos en las provincias. Esto de los instructores es un tema amplio, que será tocado posteriormente. ¡Mercado saturado de entrenadores cubanos y vienen más!
Lo cierto es que aquí se toman todas las reglamentaciones posibles y los peloteros nunca son tomados en cuenta.
No hay un sólo interés en tomarlos como parte de la pelota y seguimos avanzando a pasos agigantados.
Señores jugadores del béisbol local.. el torneo es de los mejores, tenemos excelentes peloteros de gran trayectoria, pero no hay beneficios superiores a los de hace 10 años.
Juguemos con amor como todos los días y defiendan sus derechos.
¡Viva el béisbol!