La justicia tarda, pero llega.
Migdonio Jiménez Miró trata de limpiar su nombre tras haber pasado los peores momentos de su vida al ser acusado el 13 de junio del 2005, por el supuesto delito contra el pudor, la integridad y la libertad sexual en perjuicio de su hijastra menor de edad.
Como parte del proceso que llevó a cabo la Fiscalía Segunda del Circuito con sede en La Chorrera, Jiménez estuvo privado de su libertad por 5 meses.
La menor acusó a su padrastro de haber abusado de ella desde que tenía 7 años, lo cual confesó a su madre que al igual que el imputado eran miembros de la Policía Nacional, la cual nunca le creyó.
Algunas contradicciones en las declaraciones de la menor en cuanto a cómo habían ocurrido los hechos, arrojaron dudas sobre la veracidad ante las instancias que llevaban a cabo el proceso.
De acuerdo a Migdonio Jiménez, todo se debió a una patraña montada por la abuela de la menor (quien tenía diferencias con él) junto a un vecino y su novio, "que se prestaron para hacerme esta trampa".
El 8 de febrero del año en curso el Juzgado Segundo de Circuito de lo Penal, a cargo del licenciado Ricardo Mazza, dictó una sentencia absolutoria a favor de Migdonio Jiménez Miró, quedando probada su inocencia.
Aunque los daños fueron muchos, ya que como miembro de la Policía Nacional fue suspendido del cargo y perdió el ascenso a Sargento Primero, se siente satisfecho de que al final haya salido a relucir la verdad sobre su inocencia y ahora sólo espera ser reintegrado a su trabajo para seguir sirviendo a la patria.