La ola de criminalidad en Panamá, pareciera que va en aumento, pese a esfuerzos desplegados por estamentos de seguridad y policiales para bajarlo.
Pero no sólo los adultos incurren en actos delictivos, sino que en innumerables casos los menores de edad andan en actos similares.
Los jovencitos figuran en robos, posesión ilícita de armas de fuego, lesiones personales y homicidios, según informe de la Policía Técnica Judicial.