Allá, a cientos de millas de distancia César Pérez suele navegar diariamente en el internet en busca de información fresca sobre lo que acontece en el deporte de su Panamá querida.
Para él, es más que una simple rutina. Es la manera perfecta de seguir en contacto con ese pedacito de suelo istmeño que lo vio nacer y al cual le dio muchas satisfacciones en su época de pelotero. Es la forma de demostrar que su amor por el juego de pelota no ha muerto, a pesar de que su carrera como pelotero profesional activo en los Estados Unidos terminó hace más de una década.
"Extraño esas tardes de sol en las cuales practicaba de niño en el legendario Juan Demóstenes Arosemena. Extraño las locuras de los muchachos y el deseo de ganar. Extraño a "Chompipa", Anatol, Plinio, Mamavila, Bombo, Beto, Padilla y a Franklin Aguilera que eran los personajes que uno siempre podía encontrar en el estadio".
"También a mis compañeros de equipo (Ricardo Medina, Roberto Reyna, José Murillo III y el ya fallecido y siempre recordado Rivelino Hendricks). Extraño el olor a pesca'o y patacón que se sentía venir durante las prácticas de béisbol de la señora que vendía a 50 centavos el paquete detrás del estadio. Extraño coger el bus en la Mueblería Ancón y tratar de colarme porque me había gastado los diez centavos de pasaje en una soda después de una dura práctica de esas que nos daba Chompa".
"Y lo que más extraño es ponerme un uniforme de béisbol que diga "Panamá" en el pecho. No sabes el deseo tan grande que me dio por estar en condiciones y con un brazo saludable para poder representar a mi Patria tan añorada en el Clásico Mundial de Béisbol que se aproxima. Yo daría un ojo de mi cara más el 10% por poder hacerlo. ¡Qué Viva, Crítica en Línea Panamá..!", añoró Pérez.
La nostalgia y la pasión por el juego plasmada en cada línea escrita por Pérez dan fe de su devoción al deporte número uno de los panameños. Sin lugar a dudas, el exlanzador metropolitano, quien dejó huellas en nuestros torneos de béisbol de Pequeñas Ligas y en la categoría Juvenil, se destapó en sentimientos para los lectores de EPASA.
SUS INICIOS
Desde pequeño, Pérez mostró grandes dotes como pelotero, especialmente como lanzador. Durante la década de los 80, el tirador formó parte de los equipos de Panamá Metro en diferentes categorías. Él también formó parte junto a otras figuras de aquel equipo intermedio que se coronó campeón Latinoamericano en 1986 bajo el mando del también fallecido Fermín "Chompipa" Castañedas.
"Jamás he visto a alguien que haya tirado tan duro en las pequeñas ligas como César Pérez", recordó Martín Crespo sobre el jugador.
Posteriormente, Pérez pasó a la categoría juvenil y de ahí fue firmado en 1987 por el entonces scout de los Yankees de Nueva York, René Picota.
EN LA PELOTA PROFESIONAL
César jugó con esa organización por 5 años, llegando a ser compañero de equipo y habitación de jugadores como Mariano Rivera, Orlando Miller y Sherman Obando. Luego fue "draftiado" por los Indios de Cleveland mediante la Regla V de Grandes Ligas y con ellos estuvo 3 años llegando incluso a estar en entrenamientos de primavera. Finalmente una fuerte lesión en el hombro, en el cual tuvo que recibir cinco operaciones acabó con su carrera profesional.
Luego de la penúltima operación, el doctor del Cleveland llegó a la conclusión de que el brazo nunca más iba a ser el mismo y que era mejor que desistiera de tirar pelota y que se concentrara mejor en que el brazo fuera útil en su vida cotidiana. "Esas fueron las palabras más amargas y difíciles que he escuchado en toda mi vida", mencionó Pérez. "Estuve deprimido por mucho tiempo y me sentía casi avergonzado porque no podía aceptar lo que aparentaba ser un fracaso en el deporte en el cual yo me sentía tan capacitado", expresó.
SU VIDA PROFESIONAL
Luego de su inevitable fracaso como pelotero, César se tomó un tiempo para reflexionar y decidir qué haría con su vida. "Me dije a mí mismo que algo tenía que hacer para aprovechar y utilizar otros recursos que habían a mi disposición en este país (Estados Unidos)", dijo. Fue así como decidió ingresar a la universidad. A principios del año 2001 se graduó obteniendo el título de Contabilidad y Negocios de la "University of North Carolina at Greensboro". Hoy en día, Pérez trabaja con una corporación bancaria llamada "BB&T" (Bank Branch and Trust). Actualmente está casado con una norteamericana de nombre Tammy y esperan un hijo que debe nacer el 2 de abril del 2006 y al que llamarán Maddox Miguel Pérez.
"Me va bien en mi vida como profesional en auditoría, pero no sabes lo mucho que me hace falta mi país y mi familia".