Todavía existen personas que a pesar de su humildad, se dedican a ayudar a otros, sin importar si reciben algo a cambio. Aunque no son soluciones definitivas, son alternativas temporales a los problemas.
La familia indígena, que bajo una enramada de pencas mantienen sobreviviendo a los trillizos, Joel, Ariel y Pedro, para quienes una hamaca confeccionada con tela reciclada se convierte en la mejor cuna, recibieron ayuda.
Una fiel lectora de los diarios que pública la corporación Editora Panamá América, quienes han seguido de cerca la precaria situación que enfrentan estos pequeños, que sin saber están pasando penurias, decidió donarles leche, ropa, mamaderas, colchoneta y hasta una tienda de campaña, que cambiarán en parte el escenario de vida de los trillizos, que por lo menos tendrán un lugar más seguro para dormir.
Eran poco más de la 11: 00 de la mañana, cuando llegamos a la choza que sirve de casa para los niños, solo encontramos a dos que dormían placidamente en una hamaca.
Daniel Suira abuelo materno de los niños, nos recibió y dijo que el padre Juventino y la madre Zoila, andaban por el pueblo y el tercer trillizo andaba con la abuela materna.
Señaló que hace algunos días los niños habían estado un poco enfermos, por la falta de una buena alimentación, y dio gracias por la donación recibida.