El Servicio de Atención �nica de Emergencia, conocido como 911, ha sido una de las más importantes creaciones en materia de asistencia a quienes hayan sufrido un accidente o cualquier percance que requiera rescate o la presencia de paramédicos.
Contar con un equipo de ambulancias y personal de urgencias a través de la coordinación de un centro de llamadas, es un avance en materia de atención para la población.
Durante los recientes carnavales, el 911 se convirtió en un eficientísimo complemento de otros organismos como la Cruz Roja, el SINAPROC, la Policía Nacional y el MINSA.
El Centro de Atención de Llamadas que funciona con el 911 servirá para recibir la solicitud de auxilio, para ubicar a la persona con problemas y así mismo podrá despachar las ambulancias a donde sean requeridas.
Sin embargo, nos hemos enterado de que algunos inconscientes se han dedicado a la tarea de realizar llamadas a este centro de atención sin una causa justificada.
El teléfono del Call Center ha recibido llamadas para solicitar recomendación de medicamentos para dolores de cabeza y para problemas gastrointestinales, por citar tan sólo dos ejemplos de la actitud irresponsable, sin dejar de mencionar las solicitudes de pizzas, de comida china y hasta licores.
Cada llamada de esta naturaleza representa pérdida de tiempo y le quita la posibilidad de recibir ayuda a quien verdaderamente la necesita.
Tal vez sea necesario que se legisle en torno a este asunto. Por ejemplo, el centro de llamada podría registrar el número de donde ha provenido la falsa llamada y remitirlo a alguna autoridad para que a través de un mecanismo legal le sea impuesta una multa a su propietario.
El 911 será tan eficiente como seamos nosotros responsables en la solicitud de atención. Si mantenemos esa actitud desenfadada y bromista, estaremos atentando contra nosotros mismos, ya que nadie está exento de sufrir percances que requieran la presencia expedita de quienes pueden salvarnos la vida.