Una riña entre presos en un penal de Ciudad Juárez, localidad del norte de México considerada la más violenta del país por la acción de los carteles de droga, dejó ayer al menos 20 muertos y seis heridos, según fuentes oficiales.
El enfrentamiento, que comenzó a primera hora de la mañana y ya ha sido controlado, se produce después de varios días de calma en la población, fronteriza con El Paso (Estados Unidos), en coincidencia con la llegada de centenares de militares y policías federales para reforzar la seguridad en la zona.
De los muertos, todos reos, dieciocho fallecieron en el interior del penal y dos más en el Hospital General de la ciudad, al que fueron trasladados y donde permanecen los restantes seis lesionados.
La información sobre lo sucedido fue proporcionada en una rueda de prensa en Ciudad Juárez por Víctor Valencia de los Santos, representante del gobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza, en Ciudad Juárez, y �scar Hermosillo, director de la prisión estatal.
PANDILLAS
Las autoridades hicieron mucho énfasis en que no fue un motín, sino una riña entre reclusos que pertenecen a las pandillas Mexicles, la mayoría de los que murieron, y Artistas Asesinos (AA).
En el choque, los reos utilizaron "armas hechizas" (de fabricación casera) y escopetas.
Según el testimonio de un recluso a un canal de televisión local, algunos prisioneros perdieron la vida al ser lanzados por sus rivales desde el segundo piso del edificio, aprovechando que estaban heridos y no se podían defender.
La trifulca, que duró aproximadamente unas dos horas, concluyó con la intervención de decenas de soldados, que entraron por aire desde dos helicópteros desde los que se lanzaron con cuerdas, y de policías antidisturbios que lanzaron gases lacrimógenos.
Los Mexicles y los AA son dos bandas criminales que en ocasiones anteriores se han enfrentado por la comercialización de droga y de armas dentro del centro penitenciario, por lo que se presume que esa pudo ser la razón de este último enfrentamiento.
Hasta el lugar, situado al sur de la ciudad, fueron trasladados unos 200 soldados, unos 100 policías federales y 150 agentes estatales y municipales, apoyados por varios helicópteros del Ejército.