El conocimiento es, por una parte, el estado de quien conoce o sabe algo, y por otro lado, los contenidos sabidos o conocidos que forman parte del patrimonio cultural de la humanidad. Las ciencias constituyen uno de los principales tipos de conocimiento, ya que son el resultado de esfuerzos sistemáticos de investigación en busca de respuestas a problemas concretas y cuya resolución procura ofrecer una representación adecuada de ciertos aspectos.
En general hay muchos tipos de conocimiento que, sin ser científicos, no dejan de estar adaptados a sus propósitos: el saber hacer en artesanía, el saber cantar, etc; el conocimiento de la lengua, las tradiciones, leyendas, costumbres o ideas de una cultura; el conocimiento que las personas tienen de su historia, o aún los conocimientos comunes a una sociedad.
Aun cuando en cada momento se genera información, se puede decir que la cantidad de conocimiento humano es finito, amén de la inaccesibilidad de resolver los problemas fundamentales o misterios, como el origen de la vida, del lenguaje humano o del Universo.
Con el surgimiento de las civilizaciones, la acumulación y la difusión de conocimientos se multiplican por la escritura. A través del tiempo, la humanidad ha desarrollado técnicas destinadas a preservar, transmitir y elaborar los conocimientos, tales como la escuela, enciclopedias, prensa escrita, las computadoras u otros dispositivos móviles.
En las sociedades contemporáneas, la difusión o retención de conocimientos tiene un importante papel político y económico, todo ello contribuye a hacer del conocimiento una fuente de poder.
En ese sentido, resulta de gran conveniencia de contar hoy más que nunca con espacios fiables para el aprendizaje de nuevos saberes que ayuden a su divulgación de una forma clara y oportuna, de esa forma, los blogs representan un canal de gran potencial para el logro de esa meta, ya que gozan actualmente de una gran aceptación, difusión y son, en ciertos casos, fuentes confiables de acceso al conocimiento.