El Gobierno chileno endureció la mano y aumentó el despliegue militar para frenar el vandalismo desatado en algunas localidades tras el terremoto del sábado, mientras la ayuda a los damnificados comenzó a fluir.
En tanto, la cifra de muertos a causa del sismo de 8, 8 grados Richter se elevó a 795 y la de heridos a 500, de los cuales 100 están graves, según informaron la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi) y el ministro chileno de Salud, Álvaro Erazo.
Tras reunirse con jefes militares y policiales, la presidenta Michelle Bachelet advirtió que ambos estamentos "actuarán con toda la severidad necesaria" para frenar los saqueos y el pillaje.
"Sabemos que hay acciones de pequeños grupos que están provocando enormes daños materiales y humanos", dijo la mandataria, quien aseguró que el Gobierno "va a cortar de raíz los desmanes" y advirtió a los que no entiendan eso "que se atengan a las consecuencias".
Informó además del envío a las regiones del Maule y Biobío, las más afectadas con 554 y 92 muertos, respectivamente, de 11,850 soldados, 2,131 marinos, 50 aeronaves para establecer un puente aéreo, dos fragatas y una barcaza.
Bachelet, que ha recibido críticas del presidente electo, Sebastián Piñera, de alcaldes y otras autoridades locales por no haber enviado antes a los militares, reconoció también que es necesario "ir mejorando la efectividad de las tareas de control del orden público" en aquellas zonas.
TOQUE DE QUEDA
El toque de queda impuesto en la provincia de Concepción se mantendrá 18 horas continuadas hasta el mediodía.
La decisión obedece a la necesidad de proteger la ayuda alimenticia para los damnificados y su distribución, que será "casa por casa", dijo el general Guillermo Ramírez, jefe de la zona en estado de catástrofe en la región del Biobío.
También para proceder, con tranquilidad, a la reposición de los servicios básicos como la electricidad y el agua.
DESCONTENTO
En las zonas de catástrofe han abundado las quejas de los supervivientes que dicen no haber recibido ayuda de nadie.
La principal preocupación del Gobierno en estos momentos "es brindar seguridad y tranquilidad a la población".
Ramírez, reiteró que es inaceptable la acción de grupos "pequeños" que han causado "enormes daños materiales y humanos", a los cuales advirtió de que "van a recibir todo el rigor de la ley" si no cesan los desmanes.
La Presidenta Michelle Bachelet, consideró inaceptable que "los vecinos, además de estar legítimamente preocupados por este cruento embate de la naturaleza, tengan que estar armando autodefensas para cuidar lo poco que les quedó tras el terremoto".
En Concepción y localidades aledañas piquetes de vecinos, provistos de palos, martillos, trozos de hierro, cuchillos de cocina y escopetas, pasaron la noche en vela para cuidar sus casas y pertenencias.