El 3 de marzo de 1991, la policía de Los Ángeles dio persecución a un auto que conducía ebrio Rodney King, afroamericano bajo libertad condicional tras haber sido condenado por robo a mano armada. Los oficiales le dieron una inmisericorde paliza que fue filmada furtivamente, y el video fue transmitido por televisión. Los oficiales fueron acusados de abuso policial, pero en el jucio de la corte del Estado de California fueron absueltos, lo que fue el detonante de los disturbios y saqueos de Los Ángeles de 1992. Posteriormente, dos de los cuatro oficiales fueron condenados a prisión por una corte federal.