En un hecho algo confuso, Irvin Joel Hernández Sánchez, un recolector de latas de 35 años de edad, falleció luego de recibir dos impactos de bala en el tórax, cuando supuestamente se introdujo a robar en una residencia en calle segunda Panamá Viejo, pasadas las 2:00 de la madrugada de ayer jueves.
El profesor de mecánica Ignacio Jiménez, de 50 años, supuestamente escuchó ruidos dentro de su residencia, por lo que se levantó a revisar armado y se encontró con Hernández dentro.
Se conoció que, aparentemente Hernández, al verse sorprendido, se le abalanzó a Jiménez, quien intentó contenerlo, y en medio de un forcejeo, se dieron las detonaciones que hirieron al intruso.
Herido, Hernández intentó huir, saltó el muro de la vivienda de un alto, donde también funciona un templo evangélico, pero cayó agonizante boca abajo, en el asfalto frío de la calle, donde falleció sobre un charco de sangre.
La Policía fue la primera en llegar a la calle segunda de Panamá Viejo, pero era tarde, Hernández yacía muerto, descalzo, vistiendo una camiseta blanca y unos bermudas rojos, con las piernas embarradas con su propia sangre.
Consciente de la responsabilidad ante el hecho, Jiménez esperó a las autoridades, quienes lo condujeron para que rindiera declaración testimonial y puesto a órdenes de la Fiscalía para las investigaciones de rigor.