Una decena de personas han muerto en la capital haitiana, al intensificarse la violencia en las calles, que está en manos de grupos incontrolados.
La violencia con que despertó Puerto Príncipe aumentó a partir del mediodía de ayer y no se ve rastro alguno de fuerzas de seguridad.
Los rebeldes que controlan la mitad del territorio haitiano tomaron otra ciudad y se acercaban a la capital, mientras el presidente Jean Bertrand Aristide solicitó en vano fuerzas de paz extranjeras.
Un nuevo grupo rebelde ocupó la tercera ciudad más importante de Haití: Les Cayes.
Los rebeldes liberaron a unos 67 prisioneros en Mirebalais, a unos 40 km al sureste de Puerto Príncipe.
Los rebeldes estan a unos 15 kilómetros de Croix-des-Bouquets, en las afueras de la capital, esperando la orden de atacar si Aristide no renuncia.
En Puerto Príncipe, hombres armados leales al presidente incendiaron más barricadas para proteger el Palacio Nacional y efectuaron disparos de armas de fuego al aire.
Cientos de personas atacaron el puerto y la gente robó alimentos, televisores y muebles de los contenedores.
Los ataques a personas y en especial a informadores se generalizaron en la ciudad, de 2,5 millones de habitantes, que parece estar sin control alguno por parte del gobierno.