El partido del pasado jueves ante Costa Rica estaba claro que iba a ser para olvidar, en esta columna nos cansamos de escribir que ante las ticas llevábamos pocas posibilidades teniendo en cuenta los resultados adversos ante este rival en competencias anteriores. Entonces, ¿Por qué sorprenderse con el resultado de 6-1?, o acaso, llevábamos un equipo bien preparado, con partidos de fogueo y en ritmo de competencia, no, claro que no.
En Panamá todo mundo era consciente, o por lo menos los más sensatos, que este equipo tenía pocas posibilidades en el torneo, un conjunto armado a último momento y sin lo más importante ritmo de competencia, jugadoras paradas, porque la liga de ANAFUFE no ha comenzado y lo peor tampoco sabemos cuando empezará.
Ante las ticas perdimos desde el primer minuto con un gol de camerino, de esos que desmoraliza a cualquier equipo y luego fue una ráfaga de anotaciones lo que nos llovió, una que otra por regalo de la portera Mónica Franco que según el diario PRENSA LIBRE de Costa Rica fue un "horror"lo que cometió en el segundo gol cuando dejó ir el balón entre las piernas.
Por las nuestras Maritzenia Bedoya, la interminable goleadora nacional fue la encargada de marcar el gol del honor para decorar el marcador.
Al final del partido creo que nadie quedó sorprendido con el resultado, es evidente que todos piensan en ganar, pero un equipo con limitaciones en su preparación es poco lo que puede rendir en competencias de tal nivel. Siempre deberá esperanzarse en el bendito "milagro" que toman como escudo aquellos que no se preparan para una competencia.
Hoy ante Canadá, no le vamos a pedir peras al olmo, no, es más que evidente, esto siempre sobre el papel que Canadá nos va a pasar por encima como una aplanadora para endosarnos nuestra segunda goleada en el torneo que ya se puso cuesta arriba para nosotros y para aquellos que todavía tenían esperanzas de ir a Atenas les digo que el sueño se esfumó en un abrir y cerrar de ojos. Porque pensar en un triunfo ante las canadienses en tremenda utopía, así como pensar que aún se puede clasificar.
Por allí nos queda de consuelo jugar con Jamaica el último partido y en ese ver si quizás logramos la victoria para no venir a Panamá con las manos vacías.