Fueron pocos los momentos inolvidables que nos entregó la Academia en su 79 versión de los Premios Oscar, pero hay algunos que destacaron y son difíciles de olvidar.
En distintos momentos de la noche, la presentadora Ellen DeGeneres bajó del escenario y se paseó entre el público. Incluso, le entregó a Martin Scorsese un guión escrito por ella. En otro momento, se presentó con una especie de arnés en su cuello, y afirmó que, tras percatarse de que todo el mundo tiene problemas para cargar el Oscar, ha inventado el "sujetaOscar" "que permite saludar, beber, fumar.. Vamos, ideal para las fiestas posteriores a la ceremonia".
Al Gore, vicepresidente norteamericano, estuvo de lo más contento. Su documental "Una verdad incómoda" obtuvo dos premios. Lo mejor fue su presencia junto a Leonardo Di Caprio y parodiando el tiempo justo que se le da a los ganadores para dar su agradecimiento. Gore quiso anunciar que.. (parodiando su anunciada postulación a la Presidencia) ..cuando de pronto, fue cortado pues se pasaron los minutos dados por la Academia.
Alan Arkin, ganador a mejor Actor secundario, recibió el Oscar de manos de la bella Rachel Weisz, sin embargo colocó la estatuilla en el suelo mientras dio su discurso de agradecimiento, al final del mismo recogió su galardón.
Otro de los momentos en la ceremonia fue la presentación de Clint Eastwood para presentar el Oscar honorífico a Ennio Morricone, mientras se escuchan los acordes de la mejor canción compuesta por Morricone, Eastwood dice que ésta pertenece a la cinta "Por un puñado de dólares" cuando lo que se escucha son los acordes de "El bueno, el malo y el feo". Ya pues maestro, ya no se acuerda usted de sus orígenes.
En suma, aunque España y México estén tristes, fue un Oscar más o menos compensado que ya no provocó tanta desazón como el año pasado. Particularmente pensábamos que Del Toro se llevaba la estatuilla, no obstante no ha sido así. ¿Y Babel? Bueno esta vez sí le damos la razón a la Academia, pues, se supone, que estos premios son para premiar a los mejores y más allá de posturas nacionalistas, la cinta de González Iñarritu estaba por debajo de las de Scorsese y de Eastwood.