Las autoridades de la Fiscalía Electoral y del Ministerio Público deben investigar de manera objetiva el incidente en el carnaval penonomeño, donde resultó herida en el rostro la candidata oficialista Balbina Herrera.
Sin duda fue hecho lamentable y que todos deben censurar. Hay que determinar si fue la acción propia de una borrachera o una reacción contra un adversario político, propio de la intolerancia.
Mientras se desarrollen las pesquisas, flaco favor le hacen los políticos a la sociedad tratando de endilgarse responsabilidad al bando contrario y los otros desmeritando lo sucedido.
Quizás en el momento se pueda sacar provecho político de lo sucedido, pero a la larga resulta peligroso jugar con ese tipo de candela, ya que se puede dar margen a enfrentamientos entre uno y otro bando político, que luego todos lamentaríamos.
Todavía están frescas en la memoria de los panameños, los enfrentamientos que se dieron en las elecciones de 1984 y de 1989 con saldo de muertos y heridos.
Hay que ser responsables. La justicia debe actuar con firmeza, identificar al responsable, procesarlo y castigarlo ejemplarmente, sin importar su militancia política.
De igual modo, se hace necesario que los candidatos utilicen el equipo de seguridad que le dispensa el Estado, para así prevenir situaciones como las registradas el lunes en medio de los culecos de Penonomé.
La acción ahora está en manos de la justicia electoral y penal, cuyos funcionarios deben ponerse a trabajar para esclarecer de una vez por toda ese bochornoso incidente y que no quede como muchos casos en Panamá: archivado en alguno de los despachos judiciales.