Si eres de las personas que piensas que tomar sol como una iguana es saludable, pues te equivocas, en esta época de verano el sol puede dañar tu piel. A la mayoría de las personas nos gusta ese color bronceado que nos da el sol, pero debemos conocer que muchas veces no es tan saludable como parece.
Lo primero que debes tomar en cuenta para broncear tu piel es que ésta debe estar limpia, rehidratada y sin rastro de maquillaje. Como segundo paso debes evitar usar productos con alcohol porque pueden producir manchas, el producto que elijas debes aplicarlo media hora antes de exponerte al sol con la piel completamente seca.
PARTES DEL CUERPO
La nariz y los pómulos son zonas de la piel muy finas, por lo que hay que protegerlas antes de la exposición al sol, puedes usar un stick de alta protección. Para los labios que no tienen glándulas sudoríparas, es imprescindible el uso de barras con filtros solares. Las partes más sensibles del rostro son los ojos, porque si no los proteges puedes sufrir grandes lesiones oculares. Debes utilizar lentes con filtros UV . En cuanto a la piel puedes usar diferentes tipos de bloqueadores que te protejan de las radiaciones solares.
Desde las 12 del mediodía hasta las 3 de la tarde los rayos son más perjudiciales, abstente de exponerte directamente al sol en ese lapso de tiempo. Toma en cuenta que una exposición prolongada no garantiza un mejor bronceado, al contrario, lo que conseguirás será una piel rojiza y quemada que no es atractiva.