Las reiteradas denuncias contra el sistema judicial panameño llegaron a los oídos de Estados Unidos, según revela el Informe anual sobre los derechos humanos del Departamento de Estado, el cual también cuestiona la presión política contra los medios de comunicación y la impunidad.
"El Gobierno (de la presidenta Mireya Moscoso) generalmente respeta los derechos humanos de sus ciudadanos; empero, hay continuos problemas en algunas áreas. Persiste el caos en el sistema penitenciario panameño, con reportes de abusos por parte de los guardias y regulares incidentes de violencia interna en las cárceles. Las detenciones prolongadas han sido también un problema", cuestionó el informe de EEUU.
Paralelamente a esto, agrega el Departamento de Estado, que "la Justicia ha sido sujeto a la manipulación política y el sistema judicial penal fue ineficiente y corrupto". "Hay indicios de que la Policía falló en seguir los procedimientos legales y condujo investigaciones desautorizadas, así como monitoreó las telecomunicaciones.
Sobre los medios de comunicación panameños, Estados Unidos indica que la prensa fue objeto de presión política, situaciones incómodas y acciones punitivas de parte del Gobierno.